¿Para cuándo un alcalde que cuide este pueblo como su casa y no como su negocio?


Son muchos los vecinos de este municipio que diariamente se quejan en las redes sociales sobre la situación de dejadez que padece este pueblo por parte de los gobernantes, en todos los sentidos. Muchos creen que Benalmádena necesita como alcalde a un hijo o hija del pueblo que le duela los problemas como si fuera su propia casa, y no como si esto fuera un negocio. En cambio, otros consideran que no hace falta ser nativo para preocuparse dónde se invierten los impuestos que todos pagamos. El tiempo les ha hecho ver y darse cuenta que en el municipio casi todos se conforman con lo que pasa, o hacen la vista gorda, ya que al final los votos dicen quiénes deben seguir gobernando de alguna manera u otra, con mayoría o con coalición, sin importarles lo que a los ciudadanos les preocupa.
Es vergonzoso ver familias, escasas de recursos, que le cuesta una barbaridad montar un negocio para salir de esta crisis por los numerosos requisitos y trabas que pone el ayuntamiento. En cambio, luego observamos cómo otros por ser amigo de un edil consigue todo tipo de trámite sin ningún problema, saltándose la burocracia y obteniendo autorizaciones del ayuntamiento que les da "cobertura legal" a las irregularidades.

Es triste, pero así es todo. En este pueblo todos los políticos tienen porqué callar. En cuatro años han gobernado todos los partidos, "repartiéndose el pastel como han podido". Fíjense si a estos señores de la política les interesa los negocios que, por ejemplo, cada uno de ellos durante años estuvieron detrás de los vecinos de Torremuelle para que el suministro de agua que gestionaba ACOSOL pasase a manos de la empresa municipal EMABESA. Cuando el popular Enrique Moya llegó a la alcaldía, tras otra moción de censura en 2009, hizo todo lo posible para firmar un convenio con los vecinos de Torremuelle para que EMABESA se hiciera con los contadores de suministro de agua de toda la urbanización y así facturar millones de euros cada año. Prometiendo como recompensa lo que es obligación del Ayuntamiento, asumir los servicios básicos y otras series de condiciones que aún no las ha cumplido.

En fin, fuera lo que fuese, la finalidad de nuestro caso es para que veáis como nuestros gobernantes toman nuestro ayuntamiento como si de un negocio se tratara. El Sr. Moya, por ejemplo, cede su asiento de alcalde a Paloma, pero se va de consejero a EMABESA. ¿Casualidad? ¿Coincidencia? ¿Favores? Esto es solo un ejemplo. Si analizamos el por qué el Sr. Salido pactó con todos quedándose con la concejalía del puerto y su empeño en la ampliación del mismo, seguro que obtenemos otras conclusiones… o las mismas.

Como comenta una vecina en Facebook, "tenemos lo que nos merecemos. La gente protesta mucho, que si uno hace esto que si el otro hace peor, pero a la hora de poder hacer algo por cambiar, porque no están contentos con los que gobiernan en el municipio, no lo hacen. Cuando llega la hora de votar, en la cual podrían cambiar a los gobernantes, vuelven a salir los mismos porque la gente los vuelve a votar".

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