El Defensor del Pueblo Andaluz investiga las obras irregulares de la zona pública protegida de la Torre Vigía




La Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz ha informado a los vecinos de Torremuelle que tras recibir el informe que solicitaron, hace dos meses, al Ayuntamiento de Benalmádena sobre las obras irregulares de la zona pública protegida de la Torre Vigía de Torremuelle, han vuelto a dirigirse a dicha Corporación Municipal para requerirle un nuevo informe que aclare varios aspectos relacionados con los expedientes de licencias de obras, así como las resoluciones llevadas a cabo sobre los expedientes disciplinarios por la ejecución de obras sin licencia.

Según los residentes de Torremuelle, la respuesta de la institución ha sido inmediata a raíz de la queja que enviaron, a finales de mes de julio, al Defensor del Pueblo Andaluz para reclamar que el Ayuntamiento de Benalmádena ordene el restablecimiento de toda la zona pública del entorno de la Torre Vigía de Torremuelle a su estado original, eliminándose el enfoscado de color blanco de las piedras centenarias de los bancales de la zona y la puerta existente en uno de los accesos a este monumento por el que durante más de 40 años han accedido y transitado por el mismo.

El pasado 18 de agosto, la oficina que dirige Jesús Maeztu admitió a trámite la queja que presentó la Plataforma de Vecinos de Torremuelle por el silencio del Ayuntamiento relacionado con las obras que realizaron, sin las pertinentes licencias de urbanismo, los propietarios del establecimiento contiguo a la Torre Vigía de Torremuelle, denominado Blankko Restaurant & Lounge Bar, en la zona pública del citado monumento. Los vecinos consideran que estas obras han alterado de manera considerable la estética de este Conjunto Histórico para imitar a una costa ibicenca y, por consiguiente, se han vulnerado los valores culturales que ha representado esta Torre Vigía y su entorno de acuerdo a la estética con la que se caracterizan estos monumentos en la costa malagueña (ejemplos: Gibralfaro en Málaga Capital, Castillo Sohail en Fuengirola, etc.).

"No entendemos cómo se ha permitido semejante barbaridad en el entorno de este Bien de Interés Cultural, vulnerando los valores culturales del mismo, por parte de la Administración local. Un acto similar sería impensable que ocurriera, por ejemplo, en el casco histórico de Toledo o en Santillana del Mar (Cantabria). En dichos lugares a ningún vecino se le ocurriría enfoscar una pared de blanco y, mucho menos, que se lo permitan las autoridades competentes", señala el colectivo.

La plataforma vecinal añade que en el entorno donde se han realizado las obras está totalmente prohibido "la remoción de tierras, la edificación y la urbanización" por las Normas de Protección del Patrimonio Histórico-Artístico de Benalmádena al tener la zona un "grado de protección tipo 1". No obstante, las obras del enfoscado de las piedras centenarias y la construcción de un muro y una jardinera, así como su pintado, fueron realizadas por los propietarios del restaurante Blankko "a toda prisa", sin la autorización de la Delegación de Cultura de Málaga y sin licencia de obras por parte del Ayuntamiento de Benalmádena, y que concluyeron antes de que los inspectores del Ayuntamiento paralizaran las obras, en julio de 2012, tras la denuncia de varios vecinos. También señalan que son testigos de cómo, sin control de las autoridades, se ha procedido a la remoción de tierras en la zona protegida, por lo que nadie les asegura que no se haya dado lo dispuesto en el artículo 50 de la Ley Patrimonio Histórico de Andalucía sobre el "régimen de los hallazgos casuales".

Según indican los residentes, en el mes de abril de 2013, los propietarios del mencionado restaurante solicitaron una licencia de obra menor al Ayuntamiento de Benalmádena para la "instalación de alumbrado decorativo en el jardín", pero no para legalizar las obras ya realizadas del enfoscado de las piedras centenarias de los bancales y la construcción de un muro y una jardinera en esta zona pública protegida.

En marzo de este año, a escasos días de la manifestación convocada por el colectivo vecinal ante las puertas del Ayuntamiento de Benalmádena para protestar por las irregularidades cometidas en el entorno de este monumento, la Asesoría Jurídica del Consistorio le comunica a los miembros de la agrupación vecinal que la licencia de obra menor solicitada para la "instalación de alumbrado decorativo en el jardín" ha sido denegada por los técnicos municipales, ya que para este tipo de actuaciones en una zona verde pública "debe ser por una iniciativa municipal y no por un particular". Por consiguiente, se ordenaría la "demolición o restauración de la realidad física alterada". Procedimiento que los vecinos no entienden por qué, ahora, se ha archivado.

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